La bendición/ The blessing

El acto de bendecir es uno de los instintos luminosos mas antiguos que ha logrado preservar la humanidad luego de dormir su conciencia divina... la bendición es el acto de desear profunda, y sinceramente desde nuestro corazón, que a alguien le ocurran cosas buenas en su vida.
Bendecir viene del latín Bene= bueno y Dicere= Decir, por tanto, implica hablar bien de alguien, manifestar que deseamos realmente que cosas buenas le ocurran .
Si recordamos el principio de vibración, nuestras palabras son poderosas, son el medio a través del cual expresamos el poder innato de nuestra voluntad, por tanto, cuando deseamos el bien a alguien, cuando le bendecimos, generamos un poderoso cambio a nuestro alrederor, hacemos vibrar el universo con nuestro decreto de bendición y elevamos la vibración de ese ser a quien dirigimos nuestra luz, y a su vez, hacemos que todo, en, al rededor y através nuestro, vibre mas luminoso también.
Bendecir es un acto tan simple y poderoso, que a veces nos sentimos incapaces de hacerlo nosotros mismos y dejamos que otros que creemos "superiores" lo hagan, sin recordar que bendecir la vida ajena, significa bendecir la mia propia también.
Bendecimos cada vez que movemos nuestros labios para desear lo mejor a otro que amamos...
Y es mas... no necesitas que tus labios se muevan, basta con que lo pienses, que lo sientas... aún mas, existen gestos (mudras) que significan bendición; en la tradición oriental se conocen muchos que varían según hacia que área de la vida va dirigida nuestra bendición, pero existe un gesto en particular que abarca por completo nuestra existencia. En el comienzo, cuando la humanidad estaba recién encarnada, cada saludo (que proviene de Salut! que en latin era desear larga vida y salud) era acompañado por un gesto, un mudra, llamado hoy en día de la bendición universal, ya que es válido para saludar a cualquier ente del universo, que consistía en abrir la palma de nuestra mano, dejando el pulgar solo, índice y medio juntos, separados de anular y meñique que se juntan a su vez como se ve en la imagen. De ese mismo gesto deriva nuestro modo de saludar actual, con la palma extendida, pero con todos los dedos separados.
Posteriormente, el ser humano, desarrolló una forma de bendición particular, que se usó (y se usa) entre seres de la misma especie, que es la mano pantea o mudra de la bendición (derivado también de ese mismo gesto original).

Consiste en alzar los dedos pulgar, indice y medio, dejando abajo los restantes. Ese gesto fue muy utilizado por el maestro Jesus o Sananda, para que cada vez que saludase a alguien, bendijese. Se le ha representado muchas veces en diversos cuadros usando ese gesto.



Ahora bien, mas allá de los gestos, las fórmulas y ritos, la bendición es un acto simple, que todos podemos hacer, simplemente enviando pensamientos de amor y luz a quien lo precise. Podemos  incluso bendecir el agua (tal como lo hacen los sacerotes católicos) imponiendo nuestras manos sobre ella, y deseando que se colme de energía, luz y vitalidad para ayudar a quien la beba (sea humano, animal o planta) se mantenga sano, lleno de vida y luz.
Podemos (y debemos!) bendecir al planeta, las plantas, el sol, el océano, las estrellas, los ángeles, maestros y a Dios.
Y mas importante aún, es empezar a bendecirnos a nosotros mismos, bendecir nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestra conciencia crística, nuestro espíritu, cada día que vivimos, cada respiro, cada latido de nuestro corazón debe ser bendecido, pues como dice el rabino Abraham Heschell "El hecho de ser ya es una bendición. El poder vivir es sagrado."